DÍA 4 | 21 Días de Oración 2021

No es raro que clasifique inconscientemente lo que debo llevar a Dios en la oración. La crianza de los hijos, el matrimonio y el trabajo son importantes. La ansiedad, el estrés o el miedo subyacentes son menos importantes. No quiero hacerle perder el tiempo y, a veces, me cuesta entender cuánto le importa. 

Menos mal que, aunque estamos hechos a imagen de Dios, Él no se limita a ser como nosotros. Tendemos a proyectar ciertas imágenes de la humanidad sobre Dios, pero Él no es como nosotros. A Él nunca se le acaba el tiempo, y nunca se cansa de escucharnos. Es infinitamente fiel y amoroso. Él ve todos los detalles de nuestras vidas, y Jesús nos señala que Dios se preocupa específicamente por los pájaros y las flores - sin embargo, puedo pensar que mis pensamientos y preocupaciones son intrascendentes.No sólo es falsa esa línea de pensamiento, sino que también, puede alejarme de la cercanía y la conexión con Dios. Aunque Él ya lo sabe todo, cuando le presento voluntariamente todas mis preocupaciones, miedos y tensiones, le estoy permitiendo acceder a espacios que necesitan Su poder y Su sanación. Cuando rezo oraciones personales y detalladas, elijo confiar en que Dios es un Dios personal y detallado. Cuanto más confío en esto, más se solidifican estas verdades en mi corazón y en mi mente. Aunque Dios no siempre hace exactamente lo que yo creo que debería hacer con las oraciones que rezo, Él escucha. Y Él ve. Y siempre está trabajando. Así que, ¿por qué no confiar en Él en cada detalle?

Jesús dijo a sus seguidores que llamaran, buscaran, pidieran y repitieran. Dice que a su Padre, Dios, le encanta darnos buenos regalos a nosotros, sus hijos. Así que debemos seguir rezando, con perseverancia, sobre todo lo que hay en nuestros corazones y mentes. A un Padre perfecto le encanta escuchar a sus hijos, pues siempre sabe lo que es mejor, y Dios es siempre un Padre perfecto para nosotros. Tal vez sea una nueva práctica llevar cada pregunta o estresante o preocupación o celebración a Dios en oración, pero vale la pena el esfuerzo. Él se preocupa por ti, por cada detalle. No te olvides de nada.